En Carolina Montoro – Psicología ofrecemos múltiples servicios y tratamientos. Aquí puedes ver algunos de los problemas más frecuentes junto a una pequeña descripción de cada uno de ellos. Si sufres algún problema, no dudes en contactar con nosotros.
Es uno de los trastornos emocionales más frecuentes. Se caracteriza por los cambios producidos en la forma de sentir, de pensar y de actuar, siendo los síntomas más frecuentes la tristeza, la pérdida de interés, el llanto, cansancio, problemas de sueño, cambios en el apetito y pensamientos negativos, entre otros.
Es un fenómeno complejo que se origina cuando intentamos dar respuesta a demandas excesivas.
Aparece cuando la persona ha sufrido en primera persona o ha sido testigo de una agresión física o una amenaza para la vida de uno mismo o de otra persona, sufriendo una respuesta de miedo, terror o indefensión.
Preocupación excesiva acerca de acontecimientos cotidianos, por ejemplo, relacionados con el trabajo, las relaciones con los demás, la salud de los seres queridos o la de uno mismo, etc.
Uno de los componentes fundamentales es la ansiedad. La persona tiene un miedo desproporcionado principal que suele mantenerse en el tiempo (contraer enfermedades que podrían poner en serio peligro su salud) y otros miedos que pueden ir alternándose.
Miedo persistente e irracional hacia algún objeto, situación o actividad específicos, que lleva a un deseo de evitarlo.
Son pensamientos involuntarios que se presentan de manera repetitiva y frecuente, viviéndolos la persona como desagradables e intenta neutralizarlos, mediante determinados comportamientos.
La pérdida como experiencia está presente a lo largo de nuestra vida, pues no solo se refiere a las pérdidas más visibles como la de un ser querido, sino también a otras mucho más sutiles, como cuando perdemos un trabajo o rompemos una relación sentimental.
En este apartado se incluyen la expresión de sentimientos, expresar o mantener una opinión, realizar o rechazar peticiones, superar con éxito una entrevista de trabajo, iniciar, mantener y concluir conversaciones intrascendentales, etc. En resumen, podríamos incluir todas aquellas habilidades que nos permitan relacionarlos de forma adecuada con las otras personas.
Es el conjunto de actitudes hacia uno mismo que hacen referencia a la atención y cuidado de las propias necesidades, al aprecio y al autoconocimiento, reconociendo nuestros aspectos y cualidades positivas y también las negativas.
El juego patológico (ludopatía), la compra compulsiva (oniomanía), la adicción a internet, la adicción al trabajo o la adicción al sexo son algunos ejemplos de adicciones comportamentales. Estas problemáticas no necesariamente se relacionan con la ingesta de sustancias químicas y podríamos situarlas entre las adicciones y el trastorno obsesivo-compulsivo.