Oler cosas variadas nos hace más listos. ¿Y si una nueva fragancia valiera por diez sudokus?
Es probable que ni siquiera recuerde cómo aprendió a asociar el aroma del café con el comienzo de un nuevo día, pero lo cierto es que cada olor que atraviesa su pituitaria hace vibrar su cerebro. “Los aromas provocan inconscientemente potentes efectos en el comportamiento humano, pueden relajarnos, estimularnos, asustarnos, seducirnos…”, relata Carmen María Díez, experta en márketing olfativo de la Universidad de León y autora de la tesis ¿Qué olor tienes en mente? Así que, ¿por qué no probar a inhalar algo diferente y así crear nuevas vinculaciones en su cabeza? Estas son las consecuencias de un descubrimiento aromático.